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PEQUEÑOS EPÍGRAFES PARA VERDADERAS OBRAS DE ARTE

Labios

 

Me mostró los labios

en su piel morena

y supe qué esconde

la mujer más bella

cuando se desnuda.

 

Su pulpa

marcada en su carne oscura

indicia

su rosada seda,

apenas húmeda

y de calor cargada.

 

Mi lengua,

empapada,

conoció sus besos.

 

 

Reflejo

 

Fue en el reflejo de su cuerpo en el espejo

donde sus ojos de niña

descubrieron

a la mujer escondida detrás del reloj de Alicia y del Conejo.

 

Asustada detrás de sus hombros desnudos,

la dama del rostro cubierto de cabellos,

el pecho tímido y atento

y el ombligo avisor, quisquilloso y sonriente;

se resigna a no ser la niña que fuese.

 

Con el asombro creciente de quien sin quererlo, crece,

su corazón latente la tienta, la enamora, la enoja y la encanta.

 

Ahora no teme.
 

El miedo está en calma.

Y el alma en alerta.

 

 

Melancolías

 

Olías a mujer.

 

A canela a hembra a libertad a deseo.

A sueños a ilusiones a paseos.

A caricias a abrazos a besos.

 

Olías a piel.

Y olías a poro.

 

Sudabas el perfume de la tierra fresca del otoño

y el aroma del arroz con leche recién hecho.

Recién hecho el amor.

 

Y el de las mandarinas que se escapan de las manos de su árbol.

 

Olías a frescura.

A mujer ansiosa.

A dermis avícola en medio del deseo.

 

A salitre de verano y a chocolate de invierno.

A noche de luna con cielos eternos.

 

Olías a mujer cómplice esposa compañera y amante.

 

Y aún en recuerdos, hueles a canela.

 

 

 

Indicio

 

No fueron sus senos tapados y olvidos,

ni sus glúteos altos

desapercibidos,

ni sus largas piernas,

su pubis,

su ombligo,

los que me atraparon

sin pedir permiso.

 

Incoaron mis ojos

quizás engañados

por aquel vestido

sin lienzo

en el dorso,

acechando de lejos.

 

Huyendo al marido.

 

Hasta que mis manos

sin guantes ni abrigo,

fueron hechizadas

-conjuro lascivo-

y magnetizados sus dedos

perdidos.

 

A cinco centímetros

de las tres falanges

de mi dedo indicio,

se posó su espalda

que revoloteaba como en una rama

de un árbol caído.

 

El roce y el goce

en cortocircuito,

lograron que arquearan

su espinazo artero y mi dedo erguido.

 

La araña de huellas despertó suspiros.

 

Fueron al unísono.

 

 

 

Cuestión de piel

 

Y la miré de perfil

antes de que

se diera la vuelta,

 

para conocer

de cerca

como se pone su piel

cuando mi cuerpo se acerca.

 

Y descubrí

que era ella

la que golpeaba a mi puerta,

porque su tez,

pedigüeña

y pegajosa

como miel,

quería perder su berta.

 

 

Rosalba

 

Perdida.

La mirada busca inquieta,

sin descanso,

el punto exacto en que el nervio dañado

encuentre la pausa, sin prisa.

La causa perdida.

 

Rosalba.

El amor la calma por dentro.

Por fuera,

un torbellino de emociones

de inquietudes, de ansiedades y deseos

no puede con ella.

 

No busca su mirada con misterio un camino lleno de pisadas.

No.

 

Busca dejar huella.

Marcelo

Bailone

 

Marcelo Luis

Bailone González

(Córdoba, Argentina,

1967).

A veces utiliza el seudónimo Ángel Eusebio.

Periodista, escritor y guionista hispano-argentino, Marcelo Bailone ha sido colaborador y columnista de publicaciones de Argentina, Canadá, México, Colombia, Perú y España. 

Tras estudiar Comunicación Social en la Universidad Nacional de Córdoba, fue periodista de varios medios en Argentina (La Voz de San Justo, Ámbito Financiero, La Mañana de Córdoba, El Lunes, FM Contacto, Radio Morteros, Canal 10 SRT), México (Vanguardia, El Guardián, Espacio 4) y España (ACAN Agencia, Agencia EFE, Diario El Mundo).

Comenzó adolescente en talleres literarios, enamorándose primero de la adivinanza y el palíndromo, y luego del cuento y el

relato breve. Ya adulto participó activamente en talleres junto a escritores como María Paulinelli y Fernando López (Argentina),

Guillermo Samperio, Jesús Cedillo y Alfredo García (México), Manel Castromil, Edu Sívori y Ariel Halac (España).

 

PREMIOS y MENCIONES

A los 15 años ganó su primer premio por el cuento Penélope
Últimos reconocimientos: Segundo premio Nuevo Periodismo, Cero Seis Seis, México (2003); cuento Tarritos Proyecto Literario Sherezade, Manitowa, Canadá (2006); mención especial para Tarritos, en Más cuentos irónicos (2008).

Algunos de sus trabajos en periodismo y literatura, se pueden leer en su web personal, www.tarritos.es .

 

LIBROS

Las mujeres de antes no usaban teléfono (cuentos, 2008).

Quiénes y dónde (Poesía, 2010).

El disparo de Molina (Anecdotario, 2012).

¿Dónde hay un manzano? (Poesía, 2013). 

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